El primer
iPod que tuve en mis manos, no tenía pantalla a color, y navegar entre los menús lo encontraba un poco extraño, aunque me encantó el hecho de que tuviera juego de cartas. Más adelante vi por primera vez el iPod Video y me enamoré de él, pero en ese entonces no podía comprarlo. Varios meses después en una comida una persona con la que me encontraba me mostró por primera vez, mucho antes de que llegara
"legalmente" a México El iPhone. En ese instante me enamoré de su pantalla touch y me prometí que tendría uno pronto.
No es el iPhone pero ahora tengo un iPod Touch de 8 GB, el cual me abrió un nuevo horizonte en cuanto a la interacción con los dispositivos móbiles. Pude notar que después de un tiempo de tenerlo, no me sorprendía ya tanto, algo que pasa desde luego con todas las nuevas tecnologías. De alguna manera sentí que ya era parte de mi vida diaria y de lo cotidiano, aunque evidentemente, en mi contexto, no está al alcance desafortunada -
o afortunada- mente de la mayoría de las personas.
Viendo un documental sobre el Ipod en clase de la maestría, pude entender algunos aspectos sobre la "cultura" que creó. Lo primero que me llamó la atención fue la personalidad del máximo responsable del éxito actual de Apple: Steve Jobs, el cual ahora sé, tiene cáncer de Páncreas. Es tan fuerte su presencia en la empresa, que el hecho de conocer sobre su estado de salud, modificó las acciones de la compañía y de algunas otras.
Él -
según el documental- es el responsable de cambiar a la compañía, desde crear una nueva identidad -
Think Different- hasta ahora el aparato de sonido portatil más conocido en Estados Unidos, el iPod, desplazando por mucho a su antecesor
Walkman de Sony.
Pienso que el éxito de iPod -
y no descubriendo el hilo negro- radica en que es un producto con el que no solamente gana Apple, sino que a su alrededor, muchas otras compañías se encontraran beneficiadas, desde la industria de la música, el cine, los desarrolladores de software, hasta las empresas que realizan todo tipo de aditamentos para este producto.
Entrados en la discusión sobre el tema de "la cultura del iPod" me surgió la duda... ¿En México hay una cultura de iPod?... si incluso los que pueden -
minoría obviamente- no todos tienen uno... Es evidente que no, probablemente en ciertos sectores de la sociedad se pueda detectar esta costumbre, pero hay que entender que en nuestro país, no se puede hablar de una cultura soportada por este fenómeno tecnológico.
Pude observar, sin embargo, algunas otras características interesantes del iPod, entre ellas que representa un ícono de la revolución en la accesibilidad y el manejo de la información, fue una respuesta latiente a lo que "napster" empezó a despertar en los usuarios consumidores de música, al compartir lo que sentian como "suyo" lo cual no gustó a las grandes compañias. Aunque su origen vislumbró la necesidad creada por una represión, podemos se adaptó al medio y el propio producto nos regresó al antiguo trueque músical.
Existen a su alrededor otros aspectos relacionados al diseño, como
la identidad,
la usabilidad,
la integración de medios,
la ergonomía, entre otros, que representan todo un entorno deseable de diseñar, sin embargo, me quedo con el aspecto social del producto, es decir,
¿Qué función está cumpliendo en mi contexto y por qué querría ser participe de ese proceso?Supongo que para abordar esa área en este producto, tendremos que esperar a que los iniciadores, se conviertan en basura tecnológica y rescatarlos para adaptarlos a una sociedad marginada, por ejemplo en la educación o en el campo por decir algunos que se me ocurren de momento. Claro que se escucha muy visionario, pero espero en por lo menos una década más, poder estár aportando algo que integre estas dos variables que hasta ahora se encuentran muy lejanas una de la otra.
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